Mujer lesbiana es discriminada en el sistema de salud de Ecuador
¡Esto es un escándalo y no vamos a quedarnos calladxs! La Federación Ecuatoriana de Organizaciones LGBT, junto a la Asociación Silueta X, alza la voz para denunciar el abandono inhumano que sufre Samantha, una valiente mujer lesbiana de 29 años, quien yace en una cama del Hospital del Guasmo con la tibia y el peroné destrozados por una bala perdida. ¿Y qué hace el sistema de salud? ¡NADA! La tienen olvidada, como si su vida no valiera, mientras el dolor la consume.
El pasado 5 de abril, a las 22:45, Sandy estaba en la esquina de 6 de Marzo y Argentina, Guayaquil, esperando un taxi con una amiga, cuando una ráfaga de balas de una persecución armada irrumpió en su vida. La bala atravesó su pierna izquierda, fracturando dos huesos esenciales. Su amiga, también herida, logró salir del hospital, pero a Samantha la dejaron internada en un limbo de negligencia. ¿Operación urgente? ¡Ni en sueños! Solo le dan analgésicos y limpiezas a medias, mientras el hospital se lava las manos con excusas baratas: “hay que investigar primero”. ¿Investigar qué? ¡Una bala perdida no es un crimen que ella cometió!
Y aquí viene lo que nos quema la sangre: todo apunta a que esta indiferencia tiene un nombre claro: LESBOFOBIA. Sandy, como lesbiana orgullosa, está siendo marginada por un sistema de salud que parece castigarla por ser quien es. Le dicen que si quiere operarse rápido, pague 7.000 dólares de su bolsillo. ¿En serio? ¿Quién tiene ese dinero en un país donde el sistema público debería ser un derecho, no un privilegio? Mientras tanto, ella sufre dolores insoportables, con dos huesos rotos que nadie se digna a reparar.
¡No más silencio! Desde Ecuador LGBT+ gritamos: ¡Sandy no está sola! Exigimos que el Hospital del Guasmo deje de jugar con su vida y realice la cirugía YA. Queremos respuestas: ¿por qué una lesbiana herida es tratada como ciudadana de segunda? ¿Dónde está el Ministerio de Salud? ¿Dónde está la justicia? Esto no es solo negligencia, es un ataque directo a nuestra comunidad, y no lo vamos a tolerar.
Llamamos a todxs lxs aliadxs, a la comunidad LGBTI+ y a quienes creen en la igualdad a unirse a esta lucha. Compartan, denuncien, griten con nosotrxs: ¡Sandy merece vivir sin dolor y sin discriminación! Que el sistema de salud sienta la presión de nuestra furia arcoíris.
